Conclusión


En conclusión, un sistema se desarrolla en torno a un propósito, pero la pregunta clave es ¿Cuál es propósito de la educación?, en otras palabras, la educación no solo implica impartir conocimientos, operar la instrucción y control, sino el propósito es centrarnos en el aprendizaje. Tomar esta decisión requiere de compresión y reflexión de lo queremos lograr en el diseño, desarrollo de una planeación que requiere ser sistematizado, por ello las formas de organizar el proceso de enseñanza-aprendizaje se pueden considerar tres modelos en cuales se aplican los principios de sistematización como: Popham, que presenta un modelo instrucción orienta a la meta (que se esperó que logren los aprendices), el segundo modelo, Anderson y Faust propone la elaboración de instrumentos de medición y/o la selección de métodos de enseñanza.

Este enfoque sistémico, el tercer modelo propuesto por Bela H. Banathy, es más completo en cuanto a su estructuración que requiere de objetivos y/o propósitos explícitos, identificar las tareas y actividades de aprendizaje, análisis y distribución de las funciones y componentes, las relaciones de interdependencia y el producto resultante.

Lo que me permite rescatar la importancia de la sistematización en el proceso de enseñanza-aprendizaje, nos da apertura a la necesidad de investigar e innovar,  posibilita adoptar nuevas estrategias en la educación media y superior, brinda la oportunidad de aplicación y preparación de sistemas, enfatiza en la observación y evaluación de nuestro desempeño, entre más puntos, no llevan a que la educación tenga un cambio. 

 

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